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El término startups comenzó a escucharse con fuerza en el mundo empresarial en los últimos años. “Una startup es la entidad a través de la cual un equipo liderado por un fundador puede hacer realidad un sueño, no sólo para él sino para el mundo”. Así las definió Wil Schroter, el creador de Fundable.com, una plataforma donde las startups pueden recaudar fondos online. 

¿Qué es lo que diferencia las startups de otro tipo de organización?

Las startups son negocios con ideas innovadoras que sobresalen en el mercado apoyadas por las nuevas tecnologías. Son empresas emergentes digitales que cuentan con un gran potencial de crecimiento. 

Están centradas en crecer de manera exponencial y expandirse rápidamente. Mientras que las empresas tradicionales suelen crecer un 10% anual, una startup pretende multiplicar su negocio entre tres y cinco veces al año. 

Según Steve Blank y Bob Dorf, autores del libro “El Manual del Emprendedor”, son empresas que constantemente están en busca de un modelo de negocio que pueda escalar y repetirse sin la necesidad de incrementar los recursos con los que cuenta, tanto económicos como humanos. Su capacidad de crear productos incrementa de forma exponencial pero los gastos que conlleva lo hacen de forma lineal. 

Como indica el Innovation & Entrepreneurship Business School, el término puede referirse a cualquier compañía nueva. Sin embargo, suele utilizarse para aquellas que tienen un fuerte componente tecnológico y que todavía se encuentran en etapa de gestación. 

A partir de su modelo de negocio, las startups tienen mucho que enseñar a las grandes empresas. Desde su relación con la tecnología, hasta su forma de promover el talento de sus colaboradores. 

El modelo de gestión de las startups

Las startups están creadas exclusivamente para cubrir una necesidad detectada. La clave radica en solucionar de una manera simple y efectiva un problema grande de la vida real identificado. Es muy importante no perder este objetivo en el camino.  Según un estudio de CB Insights seis de cada diez startups cierran porque los productos o servicios que han creado no se han adaptado al mercado. Esto implica que los clientes potenciales no adquieren el producto o servicio creado porque no resuelve una necesidad. 

Para las empresas de cualquier tamaño es fundamental mitigar este riesgo. Dado que hoy en día desarrollar un producto se ha vuelto más accesible y las barreras técnicas de desarrollo son más bajas, algunos desarrolladores terminan perdiendo el foco. Dejan de lado el problema que apuntaban a solucionar por preocuparse en construir productos mejor diseñados y más rápidos. Sin embargo, éstos no solucionan problemas de la vida real, razón por la cual, no tendrán éxito.    

Además, se diferencian por la velocidad de gestión y la novedad de las metodologías implementadas. Mientras que las compañías tradicionales están estructuradas para explotar un modelo ya existente, este tipo de organizaciones se basan en explorar nuevos modelos de negocios y son ágiles, flexibles y adaptables para buscarlos. 

El método Lean Startup

El concepto nace del libro que lleva su mismo nombre “The lean startup”, de Eric Ries, donde el empresario estadounidense plantea un nuevo método para el desarrollo de negocios. El objetivo es disminuir los ciclos de desarrollo y evaluar el progreso intentando descifrar qué es lo que buscan los consumidores. 

“Falla rápido y aprende continuamente”, es uno de los principios que siguen estas compañías nuevas. En esta metodología la experimentación le gana a la planificación, razón por la cual se tiene en cuenta el feedback del cliente. Esto no implica que la fórmula antigua, donde el Business Plan era indefectiblemente el primer paso, haya sido descartada. Simplemente fue aplazada. 

En esta nueva metodología se busca chequear antes el modelo de negocio para intentar reducir el riesgo de fallar. El primer paso es entonces buscar un modelo de negocios. Una vez encontrado gracias a rondas de experimentación con los clientes, comienza la ejecución. 

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5 características de las startup que las hacen propensas al éxito 

  • Innovación:

    para obtener una ventaja competitiva y lograr destacarse en el mercado, una startup necesita contar con una competencia diferenciadora. La característica disruptiva puede estar presente tanto en sus productos como en el modelo de negocios que utiliza. 

  • Flexibilidad:

    para validar su idea de negocio, las startups deben estar preparadas para adaptar y personalizar sus productos a las necesidades y requisitos que plantea el cliente. Por esta razón son muy dinámicas, resilientes, y están preparadas para adaptarse a los cambios.

  • Equidad:

    dentro del proyecto, todos están colaborando para crear algo importante y comparten el mismo objetivo. Por lo tanto, es importante respetar lo que hace cada integrante del equipo. Todas las ideas son válidas, deben ser escuchadas y analizadas por su mérito y no por quien la trajo. Es importante fomentar debates inteligentes y recomendable evaluar el desempeño por equipo y no por las personas. Además, es importante mantener al equipo con confianza en lo que se está construyendo. 

  • Equipo de trabajo:

    estas empresas suelen estar formadas por equipos de muy pocas personas. Generalmente no superan las cien. Resulta muy importante una comunicación fluida para un buen entorno de trabajo, como así también un buen liderazgo que cuente siempre con una actitud positiva.

  • Foco en el cliente:

    el objetivo primordial es el cliente. Para esto, se debe trabajar para comprenderlos y ser proactivo para solucionar sus problemas. Una de las características de las startups es que el diseño y la comercialización del producto -que debe ser altamente deseado por el mercado- debe estar centrado completamente en el cliente. 

¿Cómo se puede implementar este modelo? 

David Trejo Pizzo, creador de la startup Nydro Energy, que busca convertir cualquier red eléctrica en una red inteligente de forma segura y accesible, menciona tres claves para que las grandes empresas puedan aplicar los modelos de las startups. 

En primer lugar, señala la necesidad de contar con un “ecosistema sandbox”, que define como un “espacio interno dentro de la empresa donde se puedan producir, validar, testear productos o servicios antes de salir al mercado”. 

Además, destaca que deben generarse espacios para “compartir de forma libre las ideas” como las “startups night”.  “Si nosotros somos un perfil de negocios o un perfil técnico y tenemos una idea podemos hacer match dentro de la organización con otra persona que nos puede ayudar a pilotear un producto o servicio y a probarlo internamente”, apunta. Para lo cual es necesario “tener la capacidad de crear pequeñas unidades que nos permitan probar productos o servicios de forma rápida”. 

Para lograr los dos puntos mencionados, Trejo Pizzo destaca que es necesario tener “una mentalidad de prueba y error”, “una mentalidad ágil” que permita saber “cuándo matar un producto o servicio o cuándo avanzar”.

Juan Bruchou, quien ideó Brubank, también destaca la importancia de la mentalidad que menciona Trejo Pizzo: “Es una cultura horizontal donde se puede decir no sé, necesito ayuda o me equivoqué y donde permanentemente estás cambiando. El jefe no es quien tiene la razón, sino uno más de la organización, que establece una visión o sueño del cual todos participan. Muchas decisiones vienen de abajo hacia arriba. Es la mentalidad del start up: de no creérsela, no burocratizarse y crear una cultura de desafío, innovación y constante aprendizaje”, afirma. 

Por su parte, Antonio Correa, creador de Chipax, una startup chilena que busca ayudar a las pymes para controlar sus finanzas mediante un software online, resalta la importancia de focalizarse en el cliente. Hace hincapié en que la diferenciación está en la satisfacción y comunicación constante con el cliente.  

¿Cómo llevar rápidamente esta cultura al interior de las grandes empresas? A través de impulsar el intraemprendedurismo. El intraemprendedor es un profesional que innova y desarrolla una nueva oportunidad de negocio dentro de una empresa, sea del tamaño que sea. Así se logra generar proyectos con espíritu de startup incluso en los entornos más tradicionales. 

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