En el último tiempo, las prácticas y habilidades de los profesionales han tenido que adaptarse a un contexto inestable y a veces incomprensible.
Este entorno cambiante también abre nuevas posibilidades. Los profesionales y líderes de equipos están encontrando cada vez más la posibilidad de incorporar nuevas formas de hacer las cosas.
¿Cuáles son las habilidades profesionales que más se requieren hoy en día y cómo se pueden adquirir? Parte de este análisis incluye entender la realidad en la que estamos inmersos, especialmente en el ámbito laboral.
Habilidades profesionales para ganar resiliencia
El contexto actual -signado por la pandemia de COVID-19- demuestra la necesidad de nuevos métodos y nuevas herramientas para avanzar. El pensador futurista Jamais Cascio propone pensar en un cambio de paradigma para encontrar las mejores y más útiles respuestas.
Cascio sostiene que en estos últimos dos años se pasó de vivir de un paradigma, que él nombra VUCA, a otro marcado por las características que conforman la sigla BANI.
VUCA, dice el autor estadounidense, es un acrónimo en inglés que significa volátil (volatile), incierto (unknown), complejo (complex) y ambiguo (ambiguous).
“El término ha demostrado ser un marco útil para dar sentido al mundo en las últimas décadas”, señala Cascio. Sin embargo, aclara que en 2020 y 2021 esta descripción del contexto ha quedado obsoleta.
BANI significa frágil (brittle), ansioso (anxious), no lineal (nonlinear) e incomprensible (incomprehensible). En una realidad marcada por estas características, el desafío es descubrir cuáles son las estrategias para adaptarnos a este nuevo panorama, que nos afecta tanto personal como profesionalmente.
El término definiría la situación actual que, según Cascio, ya ha dejado de ser solo volátil o compleja para pasar a ser “caótica”.
Un contexto cambiante y difícil de entender
Para encontrar respuestas es fundamental conocer el ámbito en el que se desempeñan los profesionales y qué problemas deben enfrentar. Al describir el concepto BANI, Cascio supone un contexto frágil, donde las instituciones, organizaciones y sistemas son susceptibles de sufrir “fallos repentinos y catastróficos”.
Cascio describe también el mundo actual como no lineal; como una realidad donde “la causa y el efecto están aparentemente desconectados o desproporcionados”. Donde una acción pequeña puede causar daños enormes. O lo que aparenta ser una gran crisis empresarial puede tener una mínima repercusión en los usuarios o la reputación de la organización.
Finalmente, todos estos cambios generan una sensación de no poder comprender qué está pasando; básicamente, el mundo puede volverse incomprensible.
“El marco de BANI ofrece una lente a través de la cual ver y estructurar lo que ocurre en el mundo”, explica Cascio. Agrega que los componentes del acrónimo podrían sugerir “oportunidades de respuesta”.
Qué habilidades profesionales son más útiles en 2022
Las habilidades que se valoran en el ámbito profesional son aquellas que ayudan a entender y actuar en el mundo actual y que incluyen la adaptabilidad, la empatía, la comunicación, el trabajo en equipo y la gestión del tiempo.
Estas aptitudes o competencias se enmarcan dentro de las habilidades “blandas” (también conocidas como interpersonales o sociales):
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Adaptabilidad
La mayoría de las organizaciones pasaron al trabajo remoto y los profesionales debieron adaptarse a trabajar desde casa.
En muchos casos se modificó la carga laboral y los profesionales debieron adquirir la práctica de adaptarse al uso de tecnologías existentes -pero no tan frecuentes antes- como las videollamadas.
En el caso de los procedimientos jurídicos, por ejemplo, muchos han tenido que trasladarse a Internet. Con la adopción por parte de los tribunales de software de audiencias virtuales, esta tendencia superará sin duda la pandemia y exigirá nuevas habilidades, entre ellas, la adaptabilidad.
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Empatía
En los puestos directivos y en todas las formas de trabajo en equipo, la empatía es una habilidad fundamental. Esto garantiza la posibilidad de ponerse en el lugar del otro y generar un entorno cálido para los colaboradores.
Además, ayuda en la resolución de conflictos de forma saludable, contribuyendo a un mejor rendimiento empresarial.
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Comunicación
Contar con esta habilidad significa que uno puede verbalizar eficazmente lo que necesita por parte de una persona o el equipo. También brinda claridad en el flujo de trabajo, asegurando que las cosas funcionen lo mejor posible.
A su vez, además de la comunicación interpersonal y presencial, es importante ser capaz de comunicarse utilizando plataformas de videollamada y tecnologías de comunicación en tiempo real.
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Trabajo en equipo
Ignacio Etchebarne, consultor en transformación cultural, destaca el trabajo en equipo como una cualidad fundamental en la época en la que vivimos.
“La realidad es tan compleja que necesitamos equipos donde los líderes puedan servirse de las miradas diversas de todos los miembros para tomar decisiones menos sesgadas”, señala el doctor en Psicología.
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Gestión del tiempo
En la mayoría de los puestos, el tiempo es siempre esencial. Por eso, es clave saber cómo emplear mejor el tiempo para conseguir los máximos resultados. En este sentido, las tecnologías son de gran ayuda ya que muchas apuntan a eliminar las tareas repetitivas.
También abren la posibilidad para que los profesionales asuman roles más estratégicos y creativos. Esto mejora la productividad y la eficiencia en muchos procesos.
Además de las habilidades blandas, también son esenciales los conocimientos más vinculados con los aspectos fundamentales del negocio y la gestión de proyectos y tareas.
Estos conocimientos “duros” también incluyen la importancia de la alfabetización tecnológica y la gestión de datos, entre otros.
Cómo (y dónde) adquirir estas habilidades
Según el informe El ascenso de los abogados millennials publicado por la Asociación de Abogados Empresariales, existen varias herramientas que pueden ayudar a los profesionales a mejorar sus habilidades blandas. Entre ellas:
- Incorporar lecturas sobre inteligencia emocional y su importancia en la práctica profesional. Muchas proporcionan consejos prácticos sobre cómo aumentar la propia inteligencia emocional.
- Tomar un test de personalidad. Una de las claves para convertirse en un mejor comunicador es comprender la propia personalidad y el estilo de comunicación.
- Participar en talleres dictados por profesionales con estas habilidades. Todo el equipo se beneficiará de sus conocimientos.
Según Etchebarne, la experimentación y el aprendizaje continuo son claves para que los profesionales se mantengan actualizados en relación a las habilidades y prácticas que se requieren en el mercado laboral.
“Cada vez más, como profesionales vamos a tener que pensar en qué es lo que va a hacer que en 20 años un cliente prefiera consultar a un profesional humano y no a un bot. Para eso hay que preguntarnos, ¿cuál es el valor agregado de lo humano? La empatía, la flexibilidad y la experimentación, entre otros”, concluye el especialista en transformación cultural.
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