A los abogados se les pide que sean profesionales multifacéticos y la manera más directa de lograrlo es que nunca abandonen su interés por formarse, que adopten una política de capacitación permanente.
De esta manera, los profesionales jurídicos pueden lograr una visión amplia del negocio, alinearse de la mejor manera a los objetivos del cliente y entender sus necesidades.
Los abogados capaces de ampliar su campo de acción profesional tienen el potencial de convertirse en socios estratégicos del negocio para sus clientes.
El valor que aportan los abogados a sus clientes
Los profesionales jurídicos, tanto de hoy como los que ejercerán en el futuro, se destacan por brindar soluciones que las computadoras no puedan ofrecer.
En una realidad marcada por la aceleración y la transformación, adquirir nuevos conocimientos y mantenerse actualizado es clave.
Asumir una actitud de aprendizaje continuo se vuelve fundamental para cualquier profesional que quiera ser competitivo a mediano y largo plazo.
¿Cuál es la importancia de la capacitación permanente para los abogados?
La abogacía es una actividad compleja, que no solo requiere conocimientos puramente técnicos, sino también habilidades blandas como capacidad de negociación, trabajo colaborativo y visión de negocios.
En ese sentido, un informe especial de Auno Abogados incluye el pronóstico de Richard Susskind, un estudioso de los cambios en la abogacía a partir de la irrupción de la tecnología, autor del libro Tomorrow’s Lawyers (2017, Oxford University Press).
El especialista señala una serie de tendencias características de los tiempos que se vienen, a saber:
- demanda de mayor servicio a menor precio, y tarifas fijas;
- la aparición de prestadores alternativos en el mundo de los servicios legales, no abogados;
- la irrupción de la tecnología como competidora.
Actualmente, los conocimientos del derecho aprendidos en la facultad siguen siendo la columna vertebral del ejercicio de la profesión.
«Los códigos de ética de la American Bar Association incluyen una previsión sobre el denominado deber de competencia tecnológica, que tiene dos aristas: la obligación de utilizar la mejor tecnología actual para prestar servicios y el conocimiento del tema de fondo», explica Ezequiel Braun Pellegrini, CEO y fundador de Brevity.
Cuáles son los conocimientos clave para los abogados
La clave de la competitividad en el ámbito del derecho incluye adquirir conocimientos sobre nuevos modelos de negocio e industrias, tecnología, innovación y tendencias de los distintos mercados.
En el trabajo de Auno «Seguir formándose como abogado, ¿Estamos preparados para el mundo 4.0?» se le consultó a una muestra de abogados qué habilidades no adquiridas en su etapa de formación considera necesarias para ejercer la profesión en la actualidad. Las cuatro opciones más votadas fueron: innovación, Legal Design Thinking, programación y tecnologías emergentes, gestión de datos y marketing.
“El cambio en el mercado ha llevado a la necesidad de adquirir conocimientos que antes no generaban valor adicional al profesional del derecho y hoy se transforman en su distintivo principal.” indican los autores del informe, Federico Colombres (h) y Alfredo Veronesi.
¿Cómo sostener el aprendizaje continuo de los abogados?
Cursos, posgrados, webinars, coloquios, papers, portales digitales y hasta podcasts: hoy hay acceso a muchísimos medios y formas de adquirir nuevos conocimientos.
No obstante, sostener el aprendizaje continuo supone mucho más que la actividad de realizar un curso o capacitación concreta. Para continuar formándose durante toda la vida, es útil contar con la disposición y el ánimo para sostener a largo plazo el interés por aprender cosas nuevas.
Tres estrategias para potenciar la capacitación permanente de los abogados
1. Utilizar plataformas de aprendizaje en línea
Una estrategia que ayuda a seguir adquiriendo conocimientos a lo largo de la vida profesional son las plataformas de aprendizaje, como Skillshare, Udemy y Brilliant.
Muchas universidades, tanto nacionales como internacionales, brindan también programas cortos en línea. Son clave para la actualización de conocimientos de una forma autodidacta y fácil.
2. Adquirir competencias tecnológicas
Como dijo Jeff Immelt cuando era director ejecutivo de GE, “en el siglo XXI toda empresa tiene que ser una empresa de software y análisis». Incluso los estudios de abogados.
Convertidos en inteligencia de negocios, los datos pueden ayudar a respaldar las decisiones de los profesionales legales, mejorar el asesoramiento al cliente o las estrategias comerciales de los estudios jurídicos.
Un abogado que esté capacitado y familiarizado con la tecnología moderna podrá desarrollar sistemas de gestión y otras habilidades de productividad personal que lo convertirán en un profesional más eficiente en general.
3. Desarrollar una mentalidad futurista
Gregory Stern define mentalidad futurista como el estudio sistemático, interdisciplinario y holístico del avance social y tecnológico, más otras tendencias ambientales. Esta mentalidad tiene el propósito de explorar cómo vivirán y trabajarán las personas en el futuro.
Puede ser útil adquirir el hábito de pensar de manera rutinaria y sistemática sobre cómo es probable que el futuro se desarrolle en varios contextos relacionados con el trabajo.
A su vez, el autor recomienda: “Desarrolle una red de expertos en varios campos para que actúen como cajas de resonancia y lo ayuden a comprender mejor estas tendencias y patrones porque así tendrá mucho más éxito en su carrera.”
¿Cómo se relaciona la capacitación permanente de los abogados con la tecnología?
“Tu conocimiento no solo debe crecer en términos de profundidad, sino también en amplitud. Querés dominar tu campo, pero también debés ser competente en otros. Esto no solo te brinda seguridad laboral: te da opciones” opina Olga Mack, especialista en innovación legal.
La tecnología brinda nuevos espacios y oportunidades de aprendizaje. Además, impacta en los nuevos contenidos a aprender. Estar actualizados en términos tecnológicos es fundamental para ser un buen profesional.
Las nuevas herramientas y metodologías de trabajo, sin duda, expanden los horizontes del sector legal.
En palabras de Fernando Fragueiro, Academic Director y Business Leadership Chair de IAE Business School: “El cambio cultural, acelerado y permanente, se mueve mucho más rápido que las organizaciones. Las organizaciones están cambiando sus estructuras para interactuar mejor con este ecosistema. Al ritmo de hoy, los profesionales llegan con conocimientos y capacidades que quedan obsoletas pronto. La actualización constante es una necesidad para el éxito de las organizaciones”
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