La adaptación al cambio es uno de los grandes desafíos que han tenido que atravesar las organizaciones en los últimos años, por eso, cada vez más, es importante conocer y apreciar las características de las organizaciones resilientes.
La resiliencia organizacional según el profesor David Denyer es “la capacidad de una organización para anticipar, prepararse, responder y adaptarse a cambios incrementales e interrupciones repentinas para sobrevivir y prosperar”. La clave está en entender qué aspectos de una organización hacen a su resiliencia para poder fomentarlos como parte de la estrategia de negocio.
Organizaciones resilientes, qué características tienen y cuáles son sus ventajas
Leticia Ebba, contadora especializada en auditoría de una de las cinco firmas de auditoría más importantes del mundo, de las conocidas como Big Five, menciona que las organizaciones resilientes se basan en los pilares de comunicación, transparencia y preparación.
La especialista resalta también la importancia de la tecnología en las empresas resilientes. Un punto fundamental para perdurar en el tiempo y atravesar con éxito entornos cambiantes es poder otorgar seguridad en los datos de los clientes. Solamente podrán lograrlo quienes tengan softwares preparados.
Los líderes también cumplen un rol estratégico en el desarrollo de la resiliencia ya que son los encargados de inspirar en los equipos para que logren adaptarse a las transformaciones promoviendo la responsabilidad y la comunicación horizontal.
Las 5 características de una organización resiliente
En el cuarto informe anual de preparación de Deloitte global se mencionan 5 atributos centrales para una organización resiliente:
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Preparadas
Aquellas organizaciones que proyecten posibles eventualidades son las empresas que van a perdurar en el tiempo. La organización, comunicación y transparencia, traerán consigo estrategias rápidas para aplicar al momento de una crisis. Un líder preparado podrá comunicar a sus empleados cómo enfrentar la situación de la manera más óptima y rentable.
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Adaptables
La pandemia ha traído grandes cambios a nivel cultural y laboral, reemplazando el trabajo presencial por lo remoto. Las organizaciones que han tenido una fuerza de trabajo versátil se han podido adaptar a esta transición de manera efectiva. Aquellos líderes que estén pendientes a las necesidades de la empresa, y a la de sus empleados, sabrán atraer y retener al mejor talento para así adaptarse de manera rápida en momentos extraordinarios.
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Colaborativas
Según el informe, el desarrollo de la colaboración fue una de las principales acciones estratégicas que han activado los líderes empresariales. Gracias a las metodologías de trabajo colaborativas se han logrado trazar estrategias innovadoras, hay un mayor flujo de información y se ha mitigado el riesgo de las organizaciones.
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Dignas de confianza
Generar confianza y una comunicación exitosa entre líderes y colaboradores es uno de los grandes desafíos de la gestión de las organizaciones. Mantener a las partes satisfechas y liderar con empatía es una pieza clave para las organizaciones resilientes que buscan perdurar en el tiempo. Un ejemplo para fomentar la productividad del líder y del equipo de trabajo es la capacitación constante. Generar un ambiente académico y de confianza además traerá consigo la ventaja de contar con un personal altamente calificado. Las personas capacitadas cuentan con más herramientas para responder ante escenarios inesperados.
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Responsables
El 87% de los líderes consultados afirmaron que sus organizaciones podrían adaptarse rápidamente y girar o rotar para responder a eventos disruptivos. Reconocer que las organizaciones tienen una responsabilidad más allá de los resultados.
Para mantener un líder responsable y un equipo de trabajo que también lo sea es necesario adentrarse a la cultura del trabajo de la organización y convertirla en una cultura de trabajo resiliente.
Cómo lograr equipos de trabajo resilientes
La resiliencia organizacional está basada en la capacidad que puedan tener los equipos para adaptarse a nuevos entornos. DeliLife menciona algunas recomendaciones para establecer una cultura de trabajo de resiliencia:
Tener perspectiva
Aunque las crisis y el caos llegan sin avisar, es necesario marcar una perspectiva a largo plazo para la organización. Cuando hay una visión y propósito los colaboradores se sienten más cómodos y entusiasmados por lograr un objetivo. Mantenerlos motivados traerá un ambiente laboral productivo y distinguido.
Poner el centro en la gente
Una organización no es únicamente activos y capital, quienes la conforman son personas que trabajan para personas. Un activo central para la resiliencia es la confianza entre el líder y los colaboradores. Mantener la unión dará como resultado un equipo de trabajo comunicativo y apasionado, dispuesto a buscar nuevas soluciones.
Aprender de los errores pasados
Percibir los errores como oportunidades de aprendizaje servirá para crear nuevas estrategias y buscar herramientas alternativas a las que se han usado previamente. Los errores permiten identificar quiénes son los más hábiles para cada tarea y desarrollar una cultura de trabajo colaborativa y resiliente.
Aprovechar las herramientas tecnológicas
Ante panoramas impredecibles y cambiantes, la tecnología permite a los equipos adaptarse a los nuevos escenarios con mayor velocidad. Un claro ejemplo fueron las plataformas de videollamada que permitieron a las personas seguir trabajando de manera remota cuando era peligroso estar en las oficinas.
Sin embargo, el mundo tecnológico tiene mucho más para ofrecer: softwares de colaboración, de almacenamiento de datos, de gestión, de atención al cliente…
Una organización resiliente es más rentable y tiene más posibilidad de permanecer vigente y valiosa en el tiempo. La pregunta a hacerse es: ¿Qué punto de la organización debe mejorar para que sea más resiliente? Luego, encontrar la solución tecnológica más adecuada.
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