Las cuestiones que están impulsando la digitalización de los abogados superan a los fenómenos más recientes. En el último tiempo, las medidas sanitarias tomadas a partir de la pandemia de Covid-19 y el comercio electrónico están acelerando el proceso de manera notoria.
Se denomina “laggards” (rezagados) a quienes, en el extremo opuesto a los “early adopters”, son más reticentes a adoptar nuevas tecnologías. De acuerdo con un informe de Gartner realizado antes de que se produjera la pandemia, los profesionales del Derecho están más cerca de la primera categoría que de la segunda.
Según consigna el estudio «a los abogados les preocupa que las prácticas legales y de compliance existentes sean incompatibles con la velocidad a la que operan los negocios digitales”.
Esta preocupación se traduce, según Gartner, en oportunidades desaprovechadas. Si la industria legal se volcara de lleno a la digitalización podría incrementar la entrega de proyectos a tiempo 63 %.
Los abogados adquieren nuevas habilidades
A la par de que hay tendencias que impulsan la digitalización de los abogados, también hay cuestiones inherentes a la profesión que pueden desacelerar la adopción de nuevas tecnologías.
En una columna de opinión publicada en Forbes, AJ Shankar, CEO de la startup Legaltech Everlaw afirmó que “la industria Legal se encuentra entre las más lentas en adoptar nuevas tecnologías. Los abogados son culturalmente reacios al riesgo; viene con el título del trabajo”.
Sin embargo, las restricciones sanitarias impuestas durante 2020 cambiaron las reglas del juego para todos, incluidos los estudios de abogados y los equipos legales corporativos.
Las videoconferencias, los documentos digitales, las firmas electrónicas y la presentación electrónica se popularizaron.
Además, según opina Shankar, autor de la citada columna, las expectativas del público con respecto a los servicios han cambiado. “Amazon, Uber y Netflix, entre otros servicios, mostraron a las personas el poder de las aplicaciones móviles y el servicio instantáneo”.
Cambios en la industria jurídica
El informe de tendencias legales 2020 de la empresa de software legaltech Clio, publicado el 13 de octubre de 2020, reveló algunos aspectos interesantes sobre la adopción forzado que tuvieron que hacer los abogados.
Allí, se señala que 85 % de las empresas está utilizando software para administrar su práctica legal, mientras que 79 % almacena datos en la nube. Además, 83 % de los abogados mantiene reuniones virtuales con los clientes
En muchos casos, estas herramientas no formaban parte del día a día en el ejercicio de la profesión, sin embargo, el sector demostró gran capacidad de adaptación y competencia para incorporarlas cuando fue necesario hacerlo.
Además, la oferta creciente de este tipo de desarrollos tecnológicos, especialmente en la forma de Software as a Service, ofrecen oportunidades de mejora en los procesos internos, las relaciones con los clientes y hasta en los modelos de negocios de los estudios jurídicos.
Los abogados se están amigando con la tecnología
Otros datos que dan indicios de que los abogados se están acercando a la tecnología se desprenden del mismo trabajo: 69 % de los profesionales del Derecho prefiere compartir documentos de forma electrónica. 56 % valora las videoconferencias por encima de las llamadas telefónicas.
La adopción de tecnologías novedosas dentro de los equipos legales no tiene por qué ser dolorosa.
La transformación digital no es un proceso asociado exclusivamente a la utilización de nuevas herramientas, sino a cambios en el comportamiento del usuario para hacer más eficientes sus procesos de trabajo.
Estas son algunas sugerencias para que el impacto de la adopción de nuevas tecnologías dentro de los equipos de trabajo jurídicos sea lo más positivo posible.
Una nueva cultura para la digitalización de los abogados
La evolución en la forma de organizar el trabajo dentro de los estudios jurídicos es una de las cuestiones que está impulsando la digitalización de los abogados.
En la medida en que se generan nuevas formas de trabajar y organizar las tareas es importante explicar el rumbo. Los miembros del equipo deberían saber y poder ofrecer su punto de visto sobre en qué consisten los cambios, cuáles son los beneficios para el estudio y cómo repercutirá en el trabajo de la organización.
La adopción de tecnologías es un proceso de innovación en el que una organización configura sus activos para incorporar tecnologías de acuerdo con las demandas de los clientes y de los colaboradores.
Para que los esfuerzos de transformación digital tengan éxito es necesario desarrollar una cultura abierta a esa gestión del cambio.
Muchas veces la gestión del cambio no se realiza a conciencia y suele ser la razón por la cual muchos proyectos de transformación digital fracasan.
En línea con esto, de acuerdo con un artículo publicado en el sitio de Legal Technologist en octubre de 2020 “la inversión en legaltech a menudo se ve limitada por factores más allá de la tecnología en sí. Por ejemplo, la cultura de la profesión jurídica es una barrera importante”.
Un liderazgo positivo y fuerte es fundamental para asegurar el éxito del proceso. El cambio no es posible si los líderes temen a las modificaciones en los esquemas tradicionales de la organización y sus consecuencias.
Es más fácil generar oportunidades de mejoras en los procesos cuando los referentes de las firmas motivan a sus colegas a proponer, capacitarse para adquirir nuevas habilidades e impulsan los cambios en la cultura organizacional necesarios.
Colocar al usuario y su experiencia en el centro
Antes de elegir una nueva tecnología, es recomendable comprender las necesidades y deseos de los clientes y colaboradores. Los encargados de la transformación digital deben recibir comentarios de todas las partes interesadas y prestar atención al nivel de experiencia tecnológica que tienen las personas.
Para que la transformación sea exitosa, se debe entender cuáles son las necesidades del usuario y actuar en consecuencia a ello. En una nota publicada en Law.com en diciembre de 2020 el autor da algunos consejos para poder sostener “el jenga de la transformación digital».
Allí, por ejemplo, plantea la necesidad de “hacer preguntas para comprender cómo la tecnología puede resolver el problema”.
Si se consigue entender cuáles son las necesidades del usuario, se podrá orientar la implementación de la tecnología ideal para obtener beneficios concretos.
Centrarse en partes interesadas específicas, “ayudará a profundizar en los criterios para resolver el problema y las características que probablemente sean críticas para la misión”.
Priorizar la seguridad
Por último, en el citado artículo de AJ Shankar se establece la importancia de darle a la seguridad la atención que merece. La seguridad y privacidad de los datos son consideraciones críticas para cualquier adopción de tecnología.
Los estudios de abogados deben protegerse contra violaciones de datos, ransomware, ataques de phishing y otras ciberamenazas. Para esto, es recomendable utilizar soluciones que ofrecen cifrado, detección y respuesta de amenazas, acceso de identidad y gestión de registros.
Se recomienda elegir un proveedor de software que ofrezca seguridad para aspectos como la gestión de casos, los chatbots de servicio al cliente y la revisión asistida por tecnología basada en inteligencia artificial.
Para funciones de productividad de oficina más generales, se sugiere considerar la posibilidad de subcontratar a proveedores que ofrezcan servicios encriptados y tiempo de actividad confiable.
Las particularidades del ejercicio del derecho hacen que los profesionales tengan especial cautela al sumar herramientas tecnológicas en su práctica. Sin embargo, la creación de soluciones tecnológicas especialmente pensadas para agilizar sus procesos de trabajo priorizan las cuestiones específicas del sector y están demostrando ser un aliado cada vez más necesario.
Tanto por las circunstancias externas como por la evolución en las formas de trabajo, la asociación y el diálogo entre los abogados y quienes están diseñando soluciones tecnológicas para ellos están dando lugar a procesos de digitalización inteligente en los distintos ámbitos de trabajo.
Esta dinámica alimenta el desarrollo creciente de legaltech que acompaña y alienta cada vez más a los abogados para potenciar el ejercicio de su profesión.
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