Desde versatilidad hasta capacidad de adaptación, el perfil del abogado del futuro requerirá mantener viva la pasión por seguir aprendiendo cosas nuevas.
En los próximos años, a un profesional del derecho no le alcanzará con conocer la ley para ejercer la profesión, sino que requerirá incorporar conocimientos relacionados con economía, tecnología y habilidades interpersonales y de análisis.
“La abogacía está cambiando muy rápido con los avances de la tecnología, que viene a plantear automatizaciones y herramientas para simplificar toda la actividad rutinaria. Esto posibilita modificar el día a día laboral y nos brinda más tiempo para dedicarnos a los clientes y a los equipos de trabajo”, analiza Gonzalo Brukman (22 años), estudiante del último año de abogacía, co-Fundador y Jefe de Producto de Brevity.
La industria legal no es la única que está siendo atravesada por procesos de transformación. En los últimos 70 años, se ha experimentado un gran crecimiento en la industria de la computación, energías renovables, especialidades médicas y muchas áreas de diseño, ingeniería, marketing y atención médica.
De acuerdo al Massachusetts Institute of Technology, estas industrias pueden respaldar muchos empleos de ingresos medios, mientras que el sector de servicios sigue creciendo.
David Mindell, copresidente del MIT Task Force Work of the Future, asegura que los cambios en las formas de trabajo no suceden de un día para el otro ni de manera no controlada: “No es que los robots vayan a llegar mañana y no hay nada que podamos hacer al respecto. La tecnología es un agregado de opciones humanas «.
El perfil del abogado del futuro excede el conocimiento de las leyes
Para los abogados, conocer la ley será insuficiente para alguien que espera insertarse en el mundo del derecho los próximos años.
“Más que nunca, a los futuros abogados se les pedirá que estén ‘equipados’ con una nueva comprensión de los negocios, la tecnología y, específicamente, con una variedad de habilidades y destrezas”, señala un artículo de The Lawyer publicado en junio de 2020.
De acuerdo con Nouf Abdulrahman, ganador del concurso 2020 del blog de London Young Lawyers Group: “Los abogados del futuro deberían examinar los diversos tipos de innovación y tecnología que utilizan las firmas jurídicas. Cómo la inteligencia artificial, las criptomonedas y la blockchain impactan en los servicios legales”.
Para el abogado del futuro la clave es mantenerse actualizado
¿Seguirán existiendo los estudios de abogados como los conocemos dentro de 30 años?
Según el artículo de The Lawyer, los abogados del futuro no necesitarán ser capaces de programar, pero necesitarán una comprensión íntima y continua de cómo identificar y utilizar las soluciones de inteligencia artificial (IA) para satisfacer las necesidades de sus clientes.
En particular, los futuros abogados necesitarán saber cómo poder evaluar las características de estas tecnologías para aplicar la solución de IA más conveniente.
Los estudios de abogados del futuro
De acuerdo con un informe de American Bar Association (ABA), los estudios de abogados deberán cambiar su composición y estructura de dos formas fundamentales.
Primero, no necesitarán reclutar gran cantidad de abogados jóvenes para realizar tareas rutinarias que ya no son necesarias. En cambio, debido a la carga de la capacitación continua, las firmas deberán tomar decisiones de contratación mucho más específicas, con el objetivo particular de que los abogados que realmente se unan al estudio permanezcan allí mucho tiempo.
En segundo lugar, deberán desarrollar un programa para capacitar a la próxima generación de abogados para que, con el tiempo, se conviertan en el brazo ejecutor del servicio de “última milla”, aquel que requiere mayor especialización. Es decir, que los abogados puedan entregar el valor agregado al trabajo ya que los procesos más generales caerán en manos de soluciones de IA.
De acuerdo a Anthony E. Davis, se prevé que las estructuras jerárquicas de una futura firma de abogados —de cualquier tamaño y alcance geográfico— serán planas, no una pirámide, parecido a como trabajan en equipo las empresas de software en donde cada profesional aporta desde su campo de especialización.
Abogados 2.0 y el modelo “T”
Un artículo publicado en el sitio de la la Escuela de Negocios IE coincide que “los abogados del futuro deben combinar un profundo conocimiento de la ley con una serie de otros conocimientos técnicos y habilidades sociales para seguir siendo competitivos”.
En ese sentido, el texto hace referencia al “abogado en forma de T”.
Se trata de un concepto para mostrar el conjunto de habilidades necesarias del abogado del futuro. La pata a de la T representa el área de conocimiento central de todos los abogados, básicamente una sólida experiencia legal. Por su parte, la barra horizontal de la T, más larga pero menos profunda, representa una apreciación y comprensión de otras disciplinas que incluyen tecnología, negocios, análisis y seguridad de datos.
“Al combinar el conocimiento legal con estas otras áreas, los abogados en forma de T están mejor posicionados para resolver problemas y colaborar con profesionales de una variedad de industrias y profesiones”, apunta el artículo.
Entonces, ¿cómo pueden prepararse los futuros abogados para este cambio? Las habilidades y competencias que antes requerían los abogados al emprender su carrera ya no son las mismas.
Las habilidades necesarias para los profesionales legales de mañana
Un informe de la International Bar Association muestra los cambios que afectan actualmente a la profesión y las oportunidades y desafíos que esto plantea para el futuro. Las conclusiones del grupo de trabajo resume las habilidades que serán necesarias y cada vez más demandadas en los profesionales del Derecho e incluyen:
- Capacidad de adaptación al cambio
- Habilidades de comunicación
- Sensibilidad comercial y social
- Habilidades de gestión
- Capacidades interpersonales e interdisciplinarias
- Conocimientos multijurisdiccionales
- Espíritu empresarial
Upskilling en el mundo del derecho
En ese sentido, otro artículo de la IE comenta sobre el contexto y la oportunidad para los abogados de actualizar sus habilidades, lo que se conoce como “upskilling”.
Este concepto implica un proceso de aprendizaje continuo enfocado en el crecimiento profesional. De acuerdo con el autor, las compañías que invierten en upskilling ayudan a sus empleados a adquirir nuevas habilidades y reducen las brechas de conocimiento.
“Los abogados del mañana estarán en condiciones de adaptarse al cambiante paisaje de la profesión del Derecho. Esto demanda estar equipado con habilidades no-legales como gestión del riesgo, pensamiento creativo y de negocios. Así, el upskilling representa también un cambio cultural en el espacio de trabajo mientras la fuerza laboral abraza formas de hacer las cosas más modernas y orientadas al futuro”, comenta la autora.
El upskilling es un mecanismo que prepara al profesional para lo que viene y que ayuda a conocer mejor el perfil del abogado del futuro.
El mundo seguirá requiriendo de abogados en los próximos años. Serán más especialistas que generalistas y contarán con habilidades adicionales al conocimiento de la ley. Tendrán que tener manejo de habilidades tecnológicas, sociales y comerciales, pero seguirán siendo en esencia profesionales del derecho. Un dato alentador para las nuevas generaciones.
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